En el mundo globalizado se ha acuñado un nuevo concepto: BEPS. Un concepto que resume la mayor preocupación de las autoridades fiscales.
- hacer "desaparecer" utilidades a efectos fiscales o para
- transferir las ganancias a los territorios donde habiendo poca o ninguna actividad real, los impuestos son bajos resultando en el pago de poco o ningún impuesto corporativo.
En la mayoría de los casos estas estrategias son legales.
En gran medida los expertos (tax planners) sólo toman ventaja de las
legislaciones tributarias actuales basadas aún en un entorno económico de "materiales de
construcción" más que en el entorno actual de "actores globales" (lease empresas multinacionales) caracterizado por la creciente importancia de los intangibles (marcas y patentes de invención) y la gestión del
riesgo. Sin embargo, algunos de los esquemas utilizados pueden ser ilegales (v.g. por carecer de sustento económico como es el caso de empresas fantasmas o de libros) y las
administraciones tributarias están peleando contra ellos.

La lucha contra BEPS (legales o ilegales) es importante por un número de razones.
- En primer lugar, porque distorsiona la competencia: las empresas que operan internacionalmente pueden sacar provecho de las oportunidades de BEPS, dándoles una ventaja competitiva frente a las empresas que operan a nivel nacional quienes pueden sufrir un mayor nivel de tributación.
- En segundo lugar, puede dar lugar a una asignación ineficiente de los recursos al distorsionar las decisiones de inversión hacia actividades o mercados que tienen tasas impositivas más bajas, y en consecuencia mayor rentabilidad después de impuestos.
- Por último, es una cuestión de equidad: cuando los contribuyentes (incluyendo individuos ordinarios) ven las corporaciones multinacionales evitar legalmente impuesto sobre la renta, ello debilita el cumplimiento voluntario de todos los contribuyentes.
Las estrategias de BEPS se aprovechan de una combinación de
características de los sistemas tributarios de los países de residencia y de
inversión.
La interacción de los sistemas fiscales nacionales implica que una
partida de ingresos puede ser gravada por más de una jurisdicción, resultando
en una doble imposición. Pero también puede dejar huecos, que posibilitan que ciertos ingresos queden fuera de tributación en todas las jurisdicciones.
Las corporaciones han instado a la
cooperación bilateral y multilateral entre los países para hacer frente a las
diferencias en las normas fiscales que dan lugar a la doble imposición, pero al
mismo tiempo han tomado provecho de ellas de manera que sus ingresos no sujetos a impuestos en
todas partes.
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